jueves, agosto 02, 2007

Un corto


De paso, rápido,
Solo tienes un minuto para tocarla. El tiempo necesario para decidir, para besar o dejar.
Para poder envolverla con tu atracción.
Esperas, silencios y ritmo encadenado, una hora, un montón de años.

No se que decirte.
No pensé qué había detrás de esa mirada, bajo los cabellos oscuros, tras esa distancia.
Que había de tu historia, del viento y de ese perfume de caballo.
Te perdía, no te llamé, no sabía, no pude, no lo pensé,.
Dime que tomarás otro café conmigo, para alargar la noche, ésta, hasta que ellos despierten.
Hazme ver que esos ojos no son de cristal y esos labios agrietados no esperan mi encuentro, que es por el viento.
Estas para repartir instantes y este es el mío.

Sin riesgos, sigue tocando, déjame ir, arrástrame, que coja impulso, deja que atraviese ese antes, otra vez, volveré.
Son tu decir, tu cuerpo palpitante, las notas de un piano o un violín afilando una tella.
Una horquilla de nombres y rostros, sonrisas de paso para pararse a contemplar las nubes, la hierba sobre el campo. El mojado, el bocado.
Quiero olvidar eso que me paraliza y que debe de ser el día a día.

Tras este ritmo de palabras. Una puerta en la noche, algo que no sabes compartir.
Un cámara te acompaña, alargas la mirada hasta que la pierdes de vista. Vuelves la vista para volverla a ver. No la encuentras.
Ahora tengo un cristal enrejado dónde mirarme y un rostro dormido, dulce con el que desear fundirme.
Y de repente un beso no planeado en un abrazo-
-no lo intentes entender.

1 comentario:

La gata que no esta triste y azul dijo...

Bien por el beso no planeado. Bien porque salio de dentro.
Que no la deje partir.