Me iba, con los puños en mis bolsillos rotos…
mi chaleco también se volvía ideal,
andando, al cielo raso, ¡Musa, te era tan fiel!
¡cuántos grandes amores, ay ay ay, me he soñado!
Arthur Rimbaud
miércoles, mayo 03, 2017
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario