Pasan los días sobre nosotros sin que los contemplemos, sin que los disfrutemos. Sólo los sentimos un día, un momento, cuando tenemos los ojos abiertos, por un instante, que luego revivimos, lloramos o reímos, contamos, recordamos para finalmente olvidar. Quisiera compartir aquí el paso de nuestros días, en el trabajo continuo de buscar en ellos la belleza que esconden, de alargar y plasmar los momentos que nos brindan.
"El puente sólo desaparecería con la luz de la mañana, con la reaparición
del café con leche que devuelve a las construcciones sólidas y arranca
la telaraña de las altas horas a manotazos de boletín radial y ducha
fría"
(Rayuena, Julio Cortázar)
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