Por el agua fría en la cara cuando uno despierta para nada, y ademas se repite.
Ese cejo se quedo fruncido puede que por dolor o porque se olvido.
Camina sólo, sin cruzar miradas sin esperar nada que despierte su curiosidad.
Manos frías, de esas que han olvidado las caricias.
Y de repente, de él, de ahí, incomprensiblemente brota una canción que me paraliza.
Cada rascado de guitarra va rajandome la piel, por un momento pienso que voy a llorar, y es como si quiero o no quiero, pero es que no puedo, ya.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
No hay comentarios:
Publicar un comentario