
Y apareces una y otra vez , cuantas veces me has golpeado ya, salto y te vas. No se si el momento vale la pérdida. Bebo porque no te tengo. Desgarro los papeles que envuelven las cajas, rompo las cuerdas. Ansia, mente, vacío. Lingotazo desparramado. Encuentro tu perfil, serio, tu nariz sobre tus cabellos. Otra veces te veo de espalda, tus piernas afiladas, un para qué. Forma casual, vientre roto. Y tú que me das, una sola dosis de instantes breves, de momentos, ... para mantener mi dependencia, mi enfermedad, mi padecer. Perros que ladran.
Poco a poco voy haciendo un puzzle de ti, Belleza. Algún día me acercaré tanto que te podré agarrar de tu cintura, y te apretaré contra mi pecho, con mis brazos. Y cerraré los ojos en un descanso, con una lágrima, para después seguir corriendo.