lunes, septiembre 11, 2006

Virtuosos en la simplicidad


Porque cuando abres la ventana, sólo ves el horizonte. Porque eres capaz de pasar las horas en la mar, con tu bote y no encuentras soledad ni silencio. Eres capaz de trabajar tus campos sin mirar pasar las horas, sin percatarse de que tu boca permanece cerrada, como tus oídos, y aún así sentirte acompañado y no enloquecer.
Envidio que seas capaz de escuchar tu respiración y tus latidos sin alarmarte. De que no necesites leer, oír música, llamar por teléfono, correr a la calle en busca gente, en esa hora que tu no entiendes como perdida.
Por eso me quiero despojar de todo lo que me han cargado en las espaldas, quiero estar en el metro sin periódicos ni libros, ni escuchar el MP3. Me gustaría prescindir de la esfera que aniquila mis momentos, de los objetivos, de las listas y de las fechas. Quiero como tú cerrar los ojos y no dejar entrar en mi pensamiento ninguna razón, si así no lo quiero, ninguna preocupación ni tan siquiera inquietud, ningún mar de palabras encadenadas desbocadas. No quiero saber de nada, yo quiero vivir como Tú.

1 comentario:

La gata que no esta triste y azul dijo...

Curioso... veras, me haces pensar. Yo normalmente cuando estoy con gente, en la calle, en el metro,en una cola esperando algo... leo o escucho musica. Pero si estoy en el campo, si estoy paseando solo por el placer de pasear,si trabajo con mis manos entonces no necesito musica, no necesito leer, me basta observar el paisaje, la gente, los pajaros, o simplemente concentrarme en mi trabajo.
Quizas todas esas cosas son puertas que cerramos para no comunicarnos con los demas.