lunes, octubre 23, 2006
Nombrarte
Es dolor. El recuerdo de cómo pronunciaba tu nombre. Pausadamente, vocal a vocal desmenuzando cada sílaba.
Hacía de nombrarte una ceremonia interminable. Y llamaba tu atención, te silenciaba y te girabas sumisa. Como si al nombrarte en un código secreto te dijera algo más, o todo, algo íntimo. Con voz profunda rasgaba la vida.
Todavía se escuchan los ecos de su pronunciación en tu cabeza, como una espina contra el olvido. De dolor.
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1 comentario:
Dolor, si, es lo expresan tus letras.
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