jueves, octubre 26, 2006

Vosotras dos


La miras como si ya sólo existierais tú y ella. En cada mañana, cuando está y cuando la recuerdas. Es. Te conozco ya desde hace tantos años.
Por un momento te descubro deslumbrada por su sonrisa. Tu cara refleja luz, una luz que ya había olvidado. Espalda partida. Hemos corrido tantos momentos, tanta lluvia.
La esperas en cada esquina, en cada llamada, la confundes entre la multitud una y otra vez, sin escarmiento. En cada día, en cualquier sonido encuentras esperanzas. Cómo cuando sólo estaba yo. En el alto de la montaña.
Te estremece, agitas tu cuerpo, emocionas tus ojos. Vuelves a mirar al cielo. Noto la energía de vida que desprendes. Suspiro admitiéndolo. Desde la silla, sentado.
Te levantas por ella, vas, corres, ya sin cansancio, todo es motor y paz. No encuentras ya razones para la preocupación ni para mirar atrás. Te veo tan lejos, allá, tan camelia y rosa. Tan blanco transparente, tan dulce sol de la mañana. Que sólo te envidio. Que me entran deseos de ir, de ir hacia ti con ella.

1 comentario:

La gata que no esta triste y azul dijo...

Ummmm me entran unas dudas la mar de terribles y prosaicas a estar horas de la mañana ¿una moto?¿una yegua?¿una mujer?..